El desarrollo neuropsicomotor de los seis primeros años de vida es un proceso que se encuentra íntimamente relacionado con los aprendizajes y en concreto con el desarrollo de la lectoescritura. Una adecuada base psicomotora junto con una buena organización de la lateralidad, van a permitir o facilitar que el aprendizaje de la lectoescritura sea mucho más sencillo y motivador.
Además, numerosos estudios avalan que un adecuado desarrollo neuropsicomotor favorece el establecimiento de una correcta autoestima y un terreno emocional equilibrado en el niño/a.
Por este motivo, la prevención de los problemas madurativos es de gran importancia en el contexto escolar y para prevenirlos trabajamos a través de un Programa de Desarrollo motor y sensorial que persigue la estimulación y comunicación de ambos hemisferios cerebrales y así conseguir un sistema nervioso mejor preparado para los aprendizajes académicos.